La ropa siempre ha formado parte del conjunto de necesidades básicas del ser humano. Y ha sido uno de los negocios que más potencia ha tenido en nuestro país. En el interior de nuestras fronteras, ha habido, y hay, grandes fábricas textiles. Y también muchas tiendas dedicadas a la venta de todo tipo de prendas al consumidor final. Desde luego, no cabe la menor duda de que la ropa tiene un gran valor para la gente, pero ya no solo por el servicio que nos presta, sino por la imagen que nos confiere. Ahí está la clave a día de hoy.
Según un artículo publicado en la página web del EAE Business, cada español gastó, de media, 429 euros en ropa durante el año 2018. Para alguien que cobrara el salario mínimo de aquel entonces, esto era sinónimo de un gasto equivalente al 5% de su renta anual, más o menos. Se trata de un porcentaje realmente importante y que deja en evidencia que los españoles nos interesamos por disponer de unas prendas de ropa que cumplan con nuestras expectativas. Desde luego, es algo que nos protege de las inclemencias del tiempo y que, al mismo tiempo, nos hace sentir cómodos y cómodas con la imagen que proyecta sobre nuestra persona.
El portal web Statista, que siempre nos ofrece información relevante para entender cualquier tipo de asunto, desvelaba, en la gráfica que os enlazamos a continuación, la enorme repercusión que está teniendo el negocio online en lo que respecta a la moda en España. De esa información se extrae que el 69% de los españoles y españolas adquieren prendas de vestir a través de la red y que el volumen de negocio de este tipo de mercado asciende en España a cotas superiores a los 940 millones de euros. Ni que decir tiene que son cifras que eran inimaginables hace solo unos años pero que ahora forman parte de la más absoluta realidad.
Es cierto que, durante la fase más dura del coronavirus, las tiendas dedicadas a este tipo de negocios se han visto perjudicadas de un modo bastante importante. Sobre todo aquellas que se han dedicado tradicionalmente a la venta de ropa más formal, la que usamos para asistir a eventos como bodas, bautizos, comuniones, actos oficiales… Al estar suspendidas todas estas actividades, la verdad es que ha costado que la gente acudiera a tiendas especializadas en prendas así. Pero, poco a poco, la cosa va cambiando.
El negocio online dedicado al textil ha sido el que ha tirado del carro durante todos estos meses plagados de restricciones. La mayoría de la gente, para evitar y limitar el número de contactos, ha preferido adquirir por Internet aquello que podría haber comprado perfectamente en una tienda. Nos parece lógico, y nos parece bien teniendo en cuenta las características del virus que nos asola. Las tiendas de ropa han reforzado sus servicios online y, gracias a ello, han tenido la oportunidad de, al menos, salvar parte de sus ganancias. Para muchas de ellas, eso es lo que les está permitiendo mantener las puertas abiertas todavía a día de hoy.
De no haber sido por las ventas registradas a través del comercio electrónico, numerosas tiendas de ropa habrían tenido que cerrar sus puertas en el último año a causa de la pandemia del coronavirus. En un año como este, en el que se están retomando eventos como bodas, comuniones o bautizos, el mercado dedicado a las prendas formales y de fiesta está resurgiendo después de un 2020 muy complicado. La gente está volviendo adquirir este tipo de prendas, si bien lo está haciendo, de una manera muy mayoritaria, a través de las distintas plataformas web. Es lo que nos han transmitido desde La Pepa Alicante.
Un anticipo de lo que se viene
Podríamos decir que lo que viene ocurriendo en los últimos meses acerca de la manera de adquirir ropa es lo que va a caracterizar a este negocio de cara a los próximos años. Cada vez hay menos dudas al respecto. Sigue creciendo la cantidad de personas que apuestan por comprar ropa online y decreciendo el número de hombres y mujeres que acuden a la tienda física a tal efecto. Comprar cómodamente y reduciendo gastos de tiempo y dinero es la tendencia dominante en el mercado textil tanto en España como en otros países de nuestro entorno.
Lo que de verdad debemos tener en cuenta es que los cambios que se han originado en estos últimos años han servido para revitalizar al sector. Casi todos los sectores de producción españoles han visto incrementado su volumen de trabajo gracias a que sus productos son fácilmente conseguibles desde casa. Esto aumenta la accesibilidad de la gente a esos productos y, por ende, las posibilidades que tiene una empresa de venderlos y de ir construyendo, con las ganancias, un futuro mejor.