Te vistes, sales con las amigas, entras a un gran centro comercial y te vas de rebajas, o de compras sin más, empiezas a probarte todo lo que encuentras en las tiendas de moda, casi todo franquicias conocidas y muchas de ellas del gigante Inditex, y luego elijes lo que más te gusta para llevártelo a casa. Esa rutina es una especie de actividad de ocio que a muchas nos sigue encantando pero eso no ha impedido que el comercio de moda online haya crecido exponencialmente en los últimos años.
En el primer trimestre de 2018 la moda online escaló un 30% y marcó una subida histórica. Sólo en nuestro país el comercio electrónico de moda generó casi 550 millones de euros entre enero y marzo, lo que supone un incremento de más de 100 millones de euros con respecto a los mismos meses de 2017.
No obstante hay que tener claro que no todas las tiendas online triunfan en la red. Son muchos los emprendedores que han tenido que cerrar su negocio cibernético tras no conseguir los beneficios esperados, lo cual es bastante lógico puesto que han ido naciendo negocios de este tipo a puñados diarios. Sólo algunas empresas parecen mantenerse en la creta de la ola: Zalando, Lookiero, Queens Online, etc.
Estabilización
Sin embargo, este ascenso en ventas tan escandaloso en el comercio online de con respecto a 2017 parece haberse equilibrado pues el gasto medio por ticket durante ha bajado hasta 62 euros en este tercer trimestre del año. Ahora bien, no se trata de un descenso que vaya a seguir mucho más allá en el tiempo, de hecho los expertos aseguran que esto no es una tendencia que se mantendrá de forma generalizada sino que se trata más bien de un descenso puntual que dará paso a una estabilización y equilibrio que durará una buena temporada.
El gasto medio de los españoles en compras online de ropa se situó en 62,59 euros por transacción en el primer trimestre de 2018. El importe fue el más bajo desde el tercer trimestre del año pasado, que es un periodo tradicionalmente malo para el ticket medio por el impacto de los descuentos de las rebajas.
Ahora bien, el hecho de que la moda online se estabilice dando un poco de oxígeno al comercio de moda tradicional no significa que vaya a flaquear, ni mucho menos, y por eso algunas empresas han preferido unirse al enemigo antes que seguir compitiendo contra él.
Este es el caso de Calvin Klein. La conocida marca, ante la lucha encarnizada que supondría seguir compitiendo contra un gigante online como es Amazon, ha decidido aunar fuerzas con él para empezar a vender sus prendas a través de la tienda online.
Y es que Amazon estaba amenazando con convertirse en el mayor distribuidor de ropa en Estados Unidos sin tener, ni siquiera, un establecimiento físico, por lo que las grandes firmas empezaron a idear estrategias que impidieran al gigante seguir ascendiendo a pasos agigantados. De este modo, otros gigantes de la moda como Inditex, tienen planeado empezar a distribuir online por todo el mundo en países que tengan, o no, presencia de sus tiendas físicas. Su intención es competir con Amazon, Alibaba o Asos pero ¿es esa una buena estrategia? Pues según Calvin Klein no y ha preferido dar un giro de 360 grados a esa competencia para emprender una estrategia colaborativa. De este modo lo que se pretende es que Calvkin Klein tenga una presencia online mayor a otras firmas gracias a Amazon y que el gigante del comercio online pueda vender moda de diseño ofreciendo así un nuevo producto a sus clientes.
10 años de Zalando
Zalando celebra su décimo aniversario con colaboraciones de más de 100 marcas, entre ellas, de nuevo, Calvin Klein, lo que viene a demostrar que tal vez la clave del éxito está en la unión de poder.
En su fundación, esta empresa de origen alemán que vendía chanclas sentó las bases de la compra online y el hábito de buscar looks en la web, convirtiéndose, poco tiempo después, en el mayor e-commerce de Europa. Zalando vende moda y accesorios de marcas conocidas por lo que tal vez lo que esté haciendo esta tienda online es demostrar, de nuevo, que el modelo de negocio pasa por la colaboración en lugar de por la competencia. ¿O no?