A la hora de elegir y comprar el calzado adecuado para nuestros hijos, posiblemente a muchas de nosotras nos habrán asaltado las mismas dudas, ¿será el tipo de calzado más adecuado?, ¿será la talla correcta?, ¿le resultará cómodo a mi hijo? Para aclarar un poco estas dudas en primer lugar, debemos saber qué necesita el niño en sus diferentes etapas de desarrollo:
- Durante los primeros meses de vida el niño aprende a explorar y conocer el mundo que le rodea, y para ello necesita todos sus sentidos, inclusive el tacto o sensibilidad de los pies. Los pies del recién nacido tienen tanta o más sensibilidad que sus manos hasta los nueve meses, por lo que son una entrada de información y desarrollo sensorial. También necesitan aprender a controlar sus movimientos y para ello el pie debe estar libre, por lo tanto, el niño antes de los 7 meses no necesita ningún tipo de calzado, con proteger sus pies de las inclemencias climáticas como el frio con unos calcetines es suficiente.
- A partir de los 7 meses comienza la fase de gateo. En esta etapa lo importante es la flexibilidad y la ligereza.
- Con la llegada de los 10 meses comienza la etapa de los apoyos y primeros pasos, que durará aproximadamente hasta los 18 meses donde el niño comenzará a dar sus pasos de forma autónoma. Para esta etapa el equilibrio y la sujeción del pie es fundamental, el zapato tipo bota es una excelente opción ya que al sujetar el tobillo proporciona sujeción y estabilidad, el contrafuerte debe estar reforzado para evitar que el niño gire los pies hacia adentro al caminar, debe tener una horma amplia que le proporcione comodidad y un buen desarrollo del pie, que sea ligero, que no pese.
- De los 18 meses a los 4 años aproximadamente el niño ya tiene plena autonomía para caminar y debe comenzar también a ser autónomo para calzarse y descalzarse, por ello es interesante que el cierre del calzado sea con velcro con el fin de facilitarle la labor. La suela debe ser flexible, de entre 3 y 5 milímetros, y antideslizante para evitar caídas.
- De los 4 a los 7 años. El niño ya participa en juegos y realiza actividades deportivas, por lo que el calzado debe sujetarle bien el pie, pero a la vez debe poder permitirle una plena libertad de movimientos, la suela puede ser más gruesa que en la etapa anterior pudiendo alcanzar los 8 milímetros. Es una buena etapa para que el niño aprenda a atarse los cordones de sus zapatos.
Pero todas estas etapas tienen un componente común y es que no será mucho el tiempo que le aguante el calzado a los jóvenes, dado que sus pies irán creciendo con el paso del tiempo. Por ello, si vosotros no queréis tirar demasiado dinero en compras que apenas durarán unos meses, nosotros os recomendamos que visitéis Liquistocks, una empresa especialista en la compra y venta de liquidaciones de stocks al por mayor procedentes de subastas, embargos, cierres de empresas… por lo que en su web se muestran los stocks disponibles como calzado, moda, hogar, juguetería, etc. al precio más competitivo del mercado y, por supuesto, al mejor para nuestro bolsillo.
Como norma general, a la hora de elegir el calzado infantil más adecuado se deben tener en cuenta una serie de pautas, como:
- El material con el que está elaborado el calzado debe ser transpirable y no tóxico, por lo que se recomiendan los materiales naturales como la piel. Su flexibilidad es ideal para evitar heridas, rozaduras, eczemas… o infecciones por hongos.
- El material de la suela debe ser ligero y antideslizante, los de goma es una excelente opción, ya que es un buen aislante del frio y la humedad.
- La puntera debe tener una forma cuadrada o redondeada y con una anchura suficiente para proporcionar comodidad y libertad en el movimiento de los dedos.
- A la hora de probar un zapato se debe abrir por completo, desabrochando todos los cordones o cierres que tenga, ajustar bien el talón y comprobar que entre la punta del zapato y el dedo gordo del pie hay espacio suficiente, al menos entre 1 y 1,5 cm. El pie no debe estar oprimido, pero tampoco debe “bailar” en el zapato.
- Se debe probar siempre el calzado en los dos pies y con el niño de pie. Preferiblemente es mejor comprarlos por la tarde.
- Revisar periódicamente la relación tamaño pie-calzado, ya que el niño se encuentra en pleno desarrollo y la numeración que necesita puede variar muy rápidamente.
- Se aconseja la utilización de calcetines de tejidos naturales y que no opriman.
- Nunca se debe aprovechar calzado de un hermano u otra persona.
Los problemas derivados del uso de un calzado inadecuado
La utilización de un calzado inadecuado puede dar lugar a múltiples lesiones como hongos, alergias, deformación de los pies, dedos en garra, juanetes, pies planos, lumbalgias, …