No es la primera vez que cuando llega Navidad y mi familia me pregunta que qué quiero para “Papá Noel” o “Los Reyes Magos” mi respuesta es “dinero para….”. Algunos pueden opinar que soy una persona interesada pero es que a veces tiendo a pensar que es mejor ser práctico y comprar lo que te hace falta antes que lo que te hace ilusión. El año pasado, por ejemplo, adelgacé muchísimo peso y la mitad de la ropa me estaba grande por lo que necesitaba volver a llenar mi armario así que… ¿para qué pedir tonterías que no necesito cuando lo que de verdad me interesaba era tener algo de dinero para ir de compras en las rebajas de Enero? Pues eso, hay que ser prácticos.
Sé que hay familias en las que no se pregunta, simplemente se regalan detalles entre ellos el día de Navidad o el día 6 de enero y, por tanto, no hay opción a nada, pero en mi caso siempre nos hemos preguntado (cuando ya hemos sido adultos) “¿qué te hace falta?”, del mismo modo que cuando eres niño preguntas “¿qué le has pedido a Papá Noel”. Y yo abogo ser practicos, sobre todo desde que empecé a ahorrar esos pequeños regalos para poder comprar algo mejor y comprobar lo bien que me ha funcionado esa idea.
Por ejemplo, mi cumpleaños fue en Mayo y cuando mis padres me preguntaron lo típico de “¿Qué te compro, qué necesitas?”, yo dije que prefería dinero para ahorrarlo porque tenía que cambiar toda la instalación eléctrica del despacho y comprar algunos componentes informáticos para tener, por fin, mi ordenador en condiciones. Me dieron 100 euros, que metí en una hucha, y mis hermanos me dieron 25 euros y 30 euros, respectivamente, así que el total subió a 155 euros. Ahora en Navidad ocurre algo similar con la salvedad de que, de esos 155 euros que reuniré, me gastaré, como mínimo, 50 euros en detalles para ellos. Eso significa que entre el cumpleaños y la Navidad habré ahorrado unos 250 euros, que no están nada mal para empezar el arreglo.
Sabiendo eso, estoy manos a la obra desde hace un par de semanas. En Electricidad.tienda he comprado todo el cableado eléctrico que necesito, la caja eléctrica y el cable de HDMI con Ethernet (muy útil hoy en día). Las rozas ya están hechas y he metido el cableado, así que me falta cerrar de nuevo, enlucir e instalar estos mecanismos eléctricos Simon que también he comprado para la habitación. Mi hermano me ayudará con la parte técnica pero la idea ya la tengo toda en la cabeza. Ese material me ha salido por 95 euros (redondeando) y también he comprado un Sait para el PC en Superchip, porque estoy hasta las narices de perder todo el trabajo cuando se me va la luz por sobrecarga, o cuando llueve y cosas similares (ya me ha pasado tres veces este año). He comprado también una nueva tarjeta gráfica, 4gb de memoria RAM que instalé ayer y una nueva fuente de alimentación.
Conclusión
Resultado: me he gastado los 250 euros pero por fin, esta navidad, tendré el despacho en condiciones con un ordenador que funcionará correctamente (o eso espero) y sin haber tenido que gastar un dinero de mi cuenta corriente que me habría venido fatal. Conclusión: practicidad forever.
Todos podemos permitirnos un capricho de vez en cuando, y desde luego no podemos ir pidiendo dinero a todo aquel que quiera tener un detalle con nosotros, pero cuando hablamos de familia con confianza que sabe que te hacen falta algunas cosas ¿qué tiene de malo? Al fin y al cabo los regalos que hacemos en Navidad no son más que consumismo, y yo prefiero que esos regalos me solucionen alguna papeleta en lugar de que sean útiles inservibles que luego no sabes qué hacer con ellos,. Precisamente tal y como le va a pasar a mi madre este año, porque mi hermano pequeño me ha dicho que le ha comprado una batamanta y una especie de zapatilla gigante para meter los dos pies a la vez y estar calentita por las noches cuando hace sesión de cine con mi padre en el salón… No me quiero ni imaginar la cara que se le va a quedar cuando vea ese regalo… ¡qué pena por favor!
Al final, ser tan práctica como lo soy yo y renunciar a algunos caprichos tiene sus ventajas, y sus premios ¿no estáis de acuerdo conmigo?