Estas últimas navidades casi me vuelvo loca porque se me ocurrió regalarle a mi hermana un sillón de relax pensando que elegir el modelo adecuado iba a ser sumamente fácil, nada más lejos de la realidad, son tantas las opciones posibles que este regalo me he vuelto una experta en sillones.
Para empezar, son muchos los modelos de sillón que podemos encontrar, desde los que tienen la opción de reclinarse a diferentes niveles hasta estar prácticamente tumbado que son los sillones reclinables, a los que no dan esta opción.
Incluso, algunos sillones son masajeadores y dan la opción de darte un masaje activando la función de calor si el sillón incorpora este sistema.
Además, de la multitud de diseños posibles que hacen que pueda convertirse en un elemento decorativo en nuestro salón, además de práctico y funcional.
El tapizado también puede variar mucho, desde tela a piel natural o piel sintética. La tela, por su parte, tiene la ventaja de ser más agradable, aunque no puede limpiarse tan fácilmente como otros materiales, y esto es importante tenerlo en cuenta, sobre todo al pensar en un sillón para regalo.
De hecho, la piel natural suele ser muy apreciada por su textura y tacto, pero hay que realizar un mantenimiento de esta piel para que pueda estar siempre en las mejores condiciones. Por ello, debemos de conocer muy bien a quién se lo vamos a regalar y saber si prefiere lo funcional antes que lo estético.
Así, por ejemplo, en el caso de mi hermana, ella estaría un poco en el punto intermedio. Le encanta la decoración, pero también es muy práctica y no tiene mucho tiempo para dedicárselo a la limpieza exhaustiva de un sillón, con lo que descarté tapizados que dificultaran mucho esta labor.
Por otra parte, también tenemos que conocer muy bien sus dimensiones y si se adapta bien al espacio que tenemos en casa, fue muy divertido cuando convencí al novio de mi hermana para que me ayudara en el regalo y me midiera el espacio que tienen en casa para poderlo contrastar con las medidas del sillón relax que tenía en mente.
Así como, un hueco que tuviera cerca una toma de electricidad, esto era muy importante porque de poco iba a servir un sillón con un montón de funcionalidades, para que luego no lo pudieran usar.
Además, también me ayudó que me recordará las tonalidades que había ya en el salón, y es que el color que elijamos tiene que combinar con el resto de elementos que ya tienen en la estancia. Un color que combine con el resto de los muebles, objetos y accesorios del salón o espacio donde decidamos ponerlo.
De este modo, los colores claros ayudan a que la estancia parezca más grande y luminosa, y los colores más neutros son los más fáciles de cambiar.
Las Ventajas de un Salón de Masajes para Relajarnos en Casa
No tardé en decidir que, sin duda, la mejor opción era la del sillón de masajes, y es que mi hermana padece muchos dolores musculares y contracturas en la espalda por la tensión que se le acumula debido a sus largas jornadas de trabajo.
Siempre le decía de ir a un fisioterapeuta, pero apenas puede sacar tiempo, lo que tiene ser madre trabajadora. Por lo que sabía que un sillón que le ofreciera masajes le iba a venir de perlas. Y es que con esta opción el propio sillón está ayudando a activar la circulación y aliviar el estrés, la tensión muscular y los dolores cervicales.
Por otra parte, son muy fáciles de usar. Cuentan con un mando en el que se puede seleccionar el programa de masajes que más se adapte en gustos o necesidades, o incluso desprende calor si así lo desea.
Una vez que tenía muy claras las características que tenía que tener el sillón perfecto para regalárselo a mi hermana encontrarlo fue lo menos difícil. Principalmente, porque conocía Dismobel, de la última vez que amueble mi casa y sabía que en su catálogo de sillones de relax iba a encontrar el modelo perfecto adaptado a todas las características que buscaba.