Correr y caminar son actividades muy diferentes, sin embargo muchas veces utilizamos zapatillas de correr para caminar o viceversa sin ser conscientes de las consecuencias que esto puede tener para nuestra salud.
Y es que, al correr el pie golpea el suelo durante cortos intervalos de tiempo y con un impacto importante que no ocurre al caminar, donde los movimientos son más suaves y el peso suele recaer principalmente desde el talón y continúa hasta los dedos del pie.
De hecho, algunos autores expertos en la materia como Emily Splichal, señalan en libros como Everyday is your runway: A shoe lover’s guide to healthy feet & legs, que caminar requiere de una amortiguación más completa y que no debemos emplear zapatillas de correr puesto que al hacerlo podemos estar provocando problemas como fascitis plantar, fracturas o tendinitis.
Por otra parte, en un estudio realizado en la Universidad Calgary en Canadá quisieron hacer una comprobación científica para determinar si el calzado especializado podía alterar la forma en que corre un deportista y disminuir sus lesiones. Lo que descubrieron en este estudio es que lo realmente importante es que el calzado sea cómodo. El doctor Nigg, explica que “nuestro cuerpo es un excelente juez y cuando ignoramos o luchamos en contra de nuestros cuerpos (al utilizar un calzado que no es adecuado) aumenta el riesgo de lesiones.”
Así, según los expertos debemos adaptar nuestro calzado al tipo de actividad ya sea caminar o correr, unas zapatillas casual serán más apropiadas para lo primero, y unas de running para lo segundo.
En este sentido, un corredor no debe utilizar zapatillas de tipo más casual para correr, ya que al no tener el soporte y amortiguamiento apropiados para un deporte de este tipo puede provocarnos lesiones.
Por otra parte, esto es aplicable por extensión a cualquier otro deporte. Deportes como el fútbol, por ejemplo, es mucho mejor practicarlos con zapatillas especializadas en este deporte y diseñadas atendiendo al tipo de movimientos e impacto a la hora de jugar al fútbol.
Esta es la razón de que cada vez haya más tiendas especializadas en zapatillas de un determinado deporte, como Marians Sport con un amplio catálogo de zapatillas deportivas y, más concretamente, para la práctica de fútbol.
En su catálogo disponen de botas de fútbol, fútbol sala, equipamiento y complementos como espinilleras, guantes de portero. Y es que la práctica de un deporte implica un buen equipamiento para evitar las lesiones en la medida de lo posible.
Precisamente, de acuerdo con la American Academy of Podiatric Sports Medicine, señalan que el calzado deportivo perfecto para caminar o correr debe ser aquél que ofrezca estabilidad, amortiguamiento y permita dar una zancada uniforme.
Por qué una Zapatilla puede lesionarnos sin la usamos para un Entrenamiento Deportivo
En primer lugar, las zapatillas de correr suelen tener una suela más rígida, por lo que a la hora de caminar no dejan dar una zancada de una forma del todo natural. A diferencia de las zapatillas pensadas para correr, las que se han diseñado para caminar suelen doblarse con más facilidad.
Hay que recordar que las zapatillas de correr se suelen diseñar para dar más amortiguamiento a los corredores, esto mismo puede provocar un movimiento de golpeteo al caminar que induce en lesiones en los músculos de la espinilla o tendinitis aquílea en algunos caminantes.
Las suelas más gruesas también pueden hacer que los caminantes se tropiecen. La forma en que se distribuye el peso en el pie cambia al correr o caminar.
De ahí a que sea tan importante emplear un calzado cómodo, y adaptado a cada actividad. De hecho, debemos de tener cuidado con los problemas de pronación (rotar el pie hacia dentro) y supinación (rotar el pie hacia fuera) que se exageran cuando corremos. Precisamente, muchas zapatillas de running están diseñadas pensando en estos problemas, con lo que tienen características de control de movimiento que permiten mantener el pie en una posición más neutral.
Por ello, aunque algunas zapatillas de caminar ofrecen gran estabilidad no ofrecerán el mismo grado que las zapatillas que están pensadas específicamente par correr.