El chocolate con churros, no nació en una pastelería, sino en un taller mecánico en 1958 cuando un vallisoletano dedicado a las culatas del automóvil comenzó a fabricar máquinas para hacer churros.
Los churros están de moda en muchas ciudades de Europa, ya que en los mercadillos navideños podemos encontrar esta masa frita con chocolate por dentro o por fuera, rellenos de crema pastelera, envueltos en azúcar o simplemente fritos.
Es un dulce fácil de preparar y con pocos ingredientes: harina, agua, sal y aceite de oliva. Además, los turistas no pueden resistirse a probar este dulce, sobre todo si va acompañado de una taza de chocolate caliente.
En muchos países de Latinoamérica, los churros no suelen ser muy gruesos y mantienen una longitud bastante larga, aunque existen también variantes más achatadas y gruesas.
En estos países encontrarás churros bañados o rellenos de crema pastelera, café, leche condensada, caramelo o mermeladas a base de frutas. ¡En Brasil son muy populares los churros con coco!
En Argentina podrás disfrutar de los churros rellenos de dulce de leche. En la actualidad también destacan los churros salados, por ejemplo en Lima existen los churros rellenos de queso cheddar y mozzarella o el famoso ‘pizza’ con orégano.
En Santa Mónica (Los Ángeles), la cadena de pastelería Xooro los hacen de leche de cabra, manteca de tocino de arce y crema de jarabe de Maple con trocitos de bacon. Además, estos dulces también destacan por su tamaño XXL, miden unos 21 centímetros de largo por tres de diámetro.
En Australia están las versiones dulces, saladas y picantes del churro tradicional. En redes sociales podemos ver fotografías de los churros rellenos con huevos revueltos y acompañados con vegemite, una pasta típica australiana elaborada con extracto de levadura y vegetales.
También los encontramos cubiertos de salsa de tomate, menta, chocolate blanco y almendras, crema de té verde, etc. En Marruecos se denominan sfenj y se venden en forma de rosquillas en los puestos callejeros. Allí se consumen a la hora de la merienda acompañados de un té.
Se suelen espolvorear con azúcar glas o miel. La receta marroquí incorpora levadura, pero nosotros no utilizamos ese ingrediente. En Tailandia encontrarás los famosos pa tong go, un buñuelo con un sabor parecido al churro. Pero, no suelen ser muy dulces ni están acompañados de una taza de chocolate.
En Filipinas, estos dulces se suelen espolvorear con canela. Antes eran un producto de consumo de las clases acomodadas, pero en el último siglo puedes verlos en los puestos callejeros.
El famoso youtiao es un dulce que podría ser un churro, se trata de un pan frito muy típico de la cocina china y que suele comerse de desayuno.
En Tokio, Osaka o Shanghai este dulce se conoce como xuanlezi que significa ‘espiral feliz y deliciosa’ y los más comunes son con sabor a té verde. En Indonesia el churro es más largo, ligero y menos aceitoso. Se comen fríos y se suelen espolvorear con canela, azúcar o frutos secos.
Apuesta por este dulce para el desayuno, el
periódico digital Okdiario informa que «desayunar churros tiene menos calorías que comer cereales, la mitad de grasas trans que unas galletas y un 10% menos hidratos de carbono que un croissant. Los churros aportan menos calorías, azúcares e hidratos de carbono que desayunar croissants o galletas».
¿Cómo abrir una churrería?
Si quieres abrir una churrería debes tener en cuenta una serie de requisitos. Primero debes estudiar los establecimientos ya existen y comprobar dónde esta la mejor ubicación.
Desde Prada Ingenieros, expertos en la tramitación de licencias de apertura en todo el territorio nacional, informan que «para obtener cualquier tipo de licencia de apertura de una actividad, es necesario un Asesoramiento técnico respecto de la posibilidad de desarrollar la actividad en el local elegido cumpliendo la Legislación vigente. Conviene realizar un estudio en cuanto a condiciones del local respecto a insonorización, protección contra el fuego, accesibilidad para discapacitados, etc».
También es importante contar con máquinas de churros, un fogón o freidora, amasadoras, una cesta metálica, una dosificadora, bandejas para escurrir, palillos, etc.
No necesitas un local muy grande, pero es aconsejable que esté bien situado y comunicado. Busca un sitio cerca de otros negocios como cafeterías o bares y en una zona céntrica.
También son muy populares las “churrerías ambulantes”, que tienen gran capacidad de movilidad y que pueden trasladarse por eventos, ferias y mercados.
Para este tipo de churrería es necesario un vehículo o remolque con espacio para almacenar, transportar y trabajar de forma cómoda. También es importante que el vehículo tenga ventilación, compartimentos y maquinaria adaptada al espacio.