Desde tiempos inmemoriales, el oro ha sido el metal precioso por excelencia para la creación de joyas. Su belleza y durabilidad lo han convertido en un símbolo de riqueza y estatus social. Sin embargo, el oro no es la única opción para aquellos que buscan crear o comprar joyas excepcionales.
En la actualidad, existe una amplia variedad de alternativas al oro que pueden sorprenderte tanto por su belleza como por su precio.
¿Quieres saber más sobre esto? Quédate y te sumergiremos en el fascinante mundo de las joyas, en el cual encontrarás opciones muy innovadoras y elegantes, con un aspecto que puede incluso gustarte más que el mismo oro, y además conocerás otras joyas fabricadas de materiales capaces de hacer creer a los demás que llevas una joya de oro ¡sin ser así!
¡Comenzamos!
Estas joyas no son de oro… pero son impresionantes.
Sabemos que el oro está bastante introducido en nuestra cultura como algo que enriquece el aspecto de cualquier joya, haciéndonos sentir como una princesa en cuanto portamos algo fabricado con dicho material (o como una persona de clase alta).
Sin embargo, no es la única opción existente y podemos optar por otras que quizá ni siquiera conocíamos y que incluso pueden llegar a ser mucho más asequibles y hacernos sentir de igual manera o mejor.
Las alternativas que hoy te recomendamos son las siguientes:
- Plata de Ley (925).
La plata ha sido una alternativa clásica al oro durante siglos. La plata de ley, marcada como «925», es una aleación que consta de un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales, generalmente cobre. Es bastante conocida por su brillo y tiene muy buena fama también.
Las joyas de plata son muy populares tanto en diseños elegantes como en estilos más informales, y además son una opción para muchas personas que incluso la prefieren antes que otros materiales.
- Platino.
El platino es un metal precioso extremadamente duradero y resistente al desgaste. Es más pesado y denso que el oro, lo que lo hace ideal para joyas que necesitan durabilidad, como por ejemplo los anillos de compromiso. Su color blanco plateado es muy atractivo, y a menudo se usa en forma pura (95%) o aleado con otros metales nobles.
- Paladio.
El paladio es un metal precioso que a menudo se utiliza como alternativa al platino debido a su similitud en color y durabilidad. Es más ligero que el platino y se utiliza principalmente en anillos y otras joyas de lujo.
- Titanio.
El titanio es un metal ligero, duradero y resistente a la corrosión que ha ganado popularidad en la fabricación de joyas. Es una excelente opción para quienes tienen alergias al metal, ya que es hipoalergénico. El titanio se utiliza comúnmente en anillos y pulseras.
- Cobre.
El cobre es un metal menos común en la joyería, pero ofrece una apariencia única y cálida. Puede ser utilizado en combinación con otros metales para crear aleaciones como el bronce o el latón, que se utilizan en diseños creativos y artísticos.
- Acero inoxidable.
El acero inoxidable es duradero, resistente al desgaste y asequible. Se utiliza principalmente en joyería para hombres, como anillos, pulseras y collares. Su aspecto moderno y pulido lo hace atractivo para quienes buscan un estilo contemporáneo.
- Pirita.
Es conocida comúnmente como «el oro de los tontos» debido a su apariencia dorada y su similitud con el oro. Se usa en joyería principalmente por su apariencia y su brillo metálico, pero se debe tener en cuenta que no es tan resistente ni valiosa como otras gemas preciosas.
Aun así ¡puede dar el pego! Y las joyas que están compuesta por este material son bastante hermosas.
- Madera.
La madera se ha convertido en una opción popular para aquellos que desean joyas únicas y ecológicas. Los anillos de madera y las pulseras a menudo están hechos de maderas exóticas y se pueden combinar con otros materiales, como metales o piedras preciosas.
- Resina y cerámica.
La resina y la cerámica son materiales bastante volubles utilizados para crear joyas modernas y de diseño. Son bastante ligeros y permiten una amplia gama de colores y formas, lo que los hace ideales para joyas de declaración.
Muchas personas que están comenzando negocios de artesanía optan por este material para crear joyas únicas.
- Piedras preciosas y semipreciosas.
Las piedras preciosas y semipreciosas, como el diamante, la esmeralda, el zafiro y la turquesa, se pueden usar como alternativas al oro al centrar la atención en la gema en lugar del metal. Estas piedras a menudo se engastan en plata, platino u otros metales.
- Circonita.
La circonita es un material sintético que se utiliza comúnmente como una alternativa a los diamantes en la fabricación de joyería. Aunque visualmente se asemeja mucho a un diamante debido a su brillo y claridad, la circonita está hecha de circonio y óxido de circonio en lugar de carbono como los diamantes.
Realmente, es más asequible que los diamantes reales y se utiliza en anillos, pendientes y otras piezas de joyería como una opción más económica para imitar la apariencia de las gemas preciosas. La circonita es conocida por su durabilidad y brillo, lo que la hace popular en el mundo de la joyería.
No es una gema natural, sino un material sintético, pero ¿y lo bonita que se ve? Si no nos crees, échale un vistazo al catálogo de joyas de la tienda de joyería Babu Joyas y no quedarás indiferente.
¿Cómo puedo diferenciar si una joya es de oro?
Si tras conocer estas alternativas sigues pensando que te gusta más el oro, lo mejor que puedes hacer es saber de qué manera puedes diferenciar las joyas de oro verdadero en lugar de correr el peligro de adquirir una falsificación. Para ello, te recomendamos realizar las siguientes verificaciones:
- Verifica los sellos de pureza y marca de fabricante.
La mayoría de las joyas de oro auténticas tendrán sellos o marcas que indican la pureza del oro y la marca del fabricante. Busca estos sellos en la parte interior del anillo, la pulsera, el collar, o el pendiente. Los sellos comunes incluyen «18K» para oro de 18 quilates, «14K» para oro de 14 quilates y así sucesivamente. Asimismo, también puede haber una marca del fabricante o un logotipo.
- Usa una lupa para verificar los detalles.
Inspecciona la joya con una lupa para buscar imperfecciones en la superficie. El oro puro es muy maleable y no debería tener imperfecciones visibles. Si ves burbujas, grietas o áreas descoloridas, podría ser una señal de que la joya no es de oro puro.
- Prueba de densidad.
El oro es mucho más denso que la mayoría de los metales. Puedes realizar una prueba simple de densidad sumergiendo la joya en agua. Si la joya se hunde completamente, es más probable que sea de oro genuino. Si flota o se queda a la mitad, podría ser una aleación u otro metal.
- Prueba de imán.
El oro no es magnético, por lo que, si acercas un imán a la joya y esta es atraída por el imán, es probable que no sea de oro auténtico. Sin embargo, esto no es una prueba definitiva, ya que algunas joyas de oro pueden contener otros metales no magnéticos.
- Prueba de ácido nítrico.
Esta es una prueba más avanzada que puedes realizar con un kit de prueba de ácido para metales preciosos. El ácido reaccionará de manera diferente con diferentes aleaciones; por ejemplo, si la joya se pone verde quiere decir que la pieza está simplemente bañada en oro y está fabricada por otro material.
- Pesa la joya.
Si tienes acceso a una balanza de precisión, puedes pesar la joya. El oro tiene una densidad específica, por lo que puedes calcular su peso si conoces su volumen. Compara este peso con el peso real de la joya. Si hay una gran diferencia, podría indicar que la joya no es de oro puro.
- Consulta a un experto.
Si tienes dudas o si la joya es valiosa, lo mejor es consultar a un joyero profesional o a un gemólogo. Ellos pueden utilizar equipos y pruebas más precisas para determinar la autenticidad y la calidad del oro.
