¿Cómo nos afecta la contaminación acústica en nuestro hogar?

La mayoría de nosotros percibimos nuestra propia casa no sólo como un lugar en el cual vivir, sino como un refugio que nos protege del exterior de muchas formas distintas y en el que nos sentimos preparados para descansar; por desgracia, en algunos casos la tranquilidad y el descanso se convierten en algo completamente imposible por muchos factores, entre los que destacamos la contaminación acústica.

¿Hasta qué punto puede afectarnos el ruido exterior o interior que penetra en nuestras paredes cuando trabajamos, dormimos o nos encontramos realizando cualquier actividad en casa?

Parece poca cosa, pero no lo es. La contaminación acústica es un problema muy serio que puede provocar en nosotros trastornos tan graves como la depresión o la ansiedad, por lo que es importante saber cómo podemos combatirla en todo momento para poder seguir percibiendo nuestro hogar como lo que debería ser: nuestro espacio de seguridad y protección individual.

El impacto negativo del sonido en nuestro cuerpo.

Es curioso: gracias al sentido del oído podemos escuchar cosas tan maravillosas como la música, los ruidos de la naturaleza y el habla de nuestros seres queridos, los cuales son sonidos que sin duda nos traen paz y tranquilidad en todo momento. Sin embargo, en contraparte, encontramos que este mismo sentido puede verse amenazado en todo momento por ruidos estridentes, molestos y constantes que pueden afectar a nuestro organismo de muchas formas negativas.

La contaminación acústica, también conocida como polución sonora, se refiere a la presencia de ruidos o sonidos excesivos y molestos en el ambiente que pueden tener efectos negativos en la salud humana, el bienestar de los animales y el medio ambiente. Este tipo de contaminación es causado principalmente por actividades humanas y puede variar en intensidad, frecuencia y duración.

El impacto de este tipo de contaminación es tan grande, que puede afectar a nuestra salud física y mental de varias formas, causándonos estrés, problemas de sueño, trastornos auditivos e incluso en algunos casos, problemas cardiovasculares como la hipertensión o los infartos.

De este modo, las principales fuentes o causas que originan la contaminación acústica en casa son:

  1. El tráfico.

En las casas bajas o situadas en zonas céntricas o muy concurridas, el tráfico suele ser un problema a cualquier hora, siendo capaz de molestarnos incluso cuando dormimos. El problema se intensifica a ciertas horas, como la hora punta de los trabajos (la entrada a los trabajos a las 8:00 o la salida a las 15:00) y durante ciertas festividades como las “motoradas”, o las fiestas callejeras.

  1. El recorrido aéreo de los aviones.

El ruido de los aviones, especialmente en zonas cercanas a aeropuertos, también causa contaminación acústica en los hogares de quien lo sufren.

  1. Transporte ferroviario.

Los trenes y sus bocinas también generan altos niveles de ruido, especialmente cerca de estaciones y cruces ferroviarios. De hecho, algunos edificios suelen estar pegados a las estaciones de trenes o a las vías ferroviarias, causando en los propietarios de dichos hogares un claro caso de contaminación acústica a diario.

  1. Las obras.

Las obras de construcción utilizan maquinaria pesada que produce ruido intenso, y que, sin duda, puede molestar a todas las personas que viven cerca de la obra en cuestión. A pesar de que las obras no suelen durar más de 1 mes en la mayoría de las zonas, las consecuencias pueden ser muy negativas para quienes lo sufren.

  1. Eventos y ocio.

Los conciertos, festivales, bares, discotecas y eventos deportivos pueden ser sin duda grandes fuentes de ruido, especialmente en zonas residenciales.

  1. Los propios vecinos.

Aunque nos cueste creerlo, esta es la causa más común de contaminación acústica que podemos encontrar en nuestro hogar. Muchas personas viven en edificios con otros vecinos que no respetan los horarios de sueño de los demás, y que, además, cargan con músicas a alto volumen durante el día y molestan a los demás perturbando la tranquilidad de su propia casa.

¿Cómo combatimos la contaminación acústica en casa?

Como podemos imaginarnos, estos factores que hemos mencionado acaban afectando a la tranquilidad de nuestro hogar de muchas formas distintas, haciéndonos sentir inseguros en nuestra propia casa en todo momento, e impidiéndonos realizar actividades cotidianas con normalidad como comer, dormir, estudiar o trabajar.

Para combatir la contaminación acústica, lo mejor que podemos hacer es denunciarla. Existe una ley que al menos protege nuestro sueño, declarando que sólo podemos hacer ruido hasta una hora concreta (dependiendo de la zona de España en la que vivamos), y por supuesto, existen también leyes que multan a aquellos que superen un nivel de decibelios, que suele ir desde los 35 hasta los 30.

Aun así, el hecho de denunciar la contaminación acústica que estamos sufriendo puede no ser una medida rápida y eficaz, sobre todo ante eventos grandes como conciertos o eventos, por lo que desde aquí te recomendamos tomar otra serie de medidas en casa para protegerte como las siguientes:

  1. Aísla tus paredes.

Aislar nuestras paredes y ventanas puede ser la mejor opción si vivimos en una zona en la cual el ruido parece estar servido debido al tráfico o la concurrencia de personas. Y sin duda, la mejor opción para poner a punto este consejo es a través del aislamiento sin obras, tal y como nos señalan los trabajadores de CREARSUR. De esta forma, no solo aislaremos nuestra casa, sino que, además, nos libraremos de las molestas obras que esto puede suponer.

  1. Cómprate unos tapones.

Puede parecer una obviedad, pero si deseas dormir tranquilo y el ruido de la calle no te deja, es la mejor opción. Los tapones son una opción barata y eficaz que te ayudarán a conciliar el sueño en el caso de que el ruido te perturbe durante la noche.

De igual forma, los auriculares también pueden ser una buena elección para combatir la contaminación acústica, sobre todo si los usas para escuchar ruido blanco ¡aísla y relaja divinamente!

  1. Coloca alfombras gruesas.

Aunque no lo parezca, colocar alfombras gruesas en el suelo puede absorber el sonido y reducir el ruido del edificio, si éste es el que te molesta. Asimismo, incidir en otros muebles y decoración como los sofás y sillas tapizados puede ser una buena opción, ya éstos también absorben el ruido. ¿Quién lo diría, verdad?

  1. Instala puertas macizas.

Al igual que los muebles, las puertas gruesas y macizas también pueden suponer un buen sistema de aislamiento para tu hogar. De hecho, si te fijas en los sistemas de ventanas aislantes, encontrarás que estas ventanas están fabricadas con un grueso mucho más ancho del que tienen las ventanas tradicionales, ya que esta peculiaridad mantiene el sonido alejado de tu hogar de forma eficaz.

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